... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

La Flor del Mal


Si los humanos que ahora quedan vivos sobre la Tierra echasen la vista atrás en el tiempo e intentaran averiguar de qué forma se llegó a la situación actual, apenas conseguirían vislumbrar unos centímetros de la punta de la verdad.

No sabrían que una mujer vestida de negro llegó una noche a la Casablanca, que con sus malas artes (tan bien disfrazadas) consiguió obtener plenos poderes de mano del presidente. Tan sólo recordarían que éste aparecía en televisión cada vez más demacrado y que a partir de ese momento el bastón de mando de la nación más influyente del mundo sería, y cada vez con más frecuencia, empuñado por la mujer de negro.

Quizás sólo un puñado de hombres de los que quedan vivos dudaron durante un segundo de las palabras que la mujer soltaba ante las cámaras, quizás sólo unos pocos. Pero ni uno solo fue capaz de oponerse a sus propuestas. En los próximos meses a su primera aparición en las pantallas los Estados Unidos sellaba alianzas militares con Irán, Libia, Chechenia, Cuba, China, Corea del Norte y Venezuela. Armó a Hamás y entrenó nuevos ejércitos por toda África. En palabras de aquella mujer, toda esa red de alianzas poseía coherencia.

La noche antes de que los Estados Unidos lanzase la primera bomba atómica sobre la capital alemana la mujer de negro se deslizó sobre la mesa del despacho oval como lo haría una enorme serpiente, descolgó el teléfono del presidente e hizo tres llamadas.

En una habló en coreano, en la segunda en chino. En la última dejó notar todo su acento venezolano para indicarle al presidente de su país que acababa de concluir su trabajo.

Y aquella noche, la mujer cuyos sueños se cumplían, soñó que el mundo, tal y como lo conocíamos, terminaba destruido por cientos de bombas atómicas y que ella moría pulverizada bajo el calor infernal de una de ellas.

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Feliz Noche (que no fin del mundo) a todos

*foto de aquí

El escritor atormentado

"Así largamente porte tu alma
sus miembros, continuó aquel todavía,
y así después brille tu fama,

dinos si cortesía y valor aún moran
en nuestra ciudad como solían,
o si del todo han sido echadas fuera
.
"
La Divina Comedia. El Infierno, Canto XVI. Dante Alighieri.

Diciembre, 2012. Un año después de las bombas.

Yo tenía un apartamento en Brooklyn. Era escritor, ahora no, ahora vago en mitad de esta devastación, al norte de lo que antes fue Nueva York, y mis libros se han pulverizado junto a la vida de millones de personas. Mataría por una pluma llena de tinta, por unas páginas de papel en blanco y un cigarrillo. Yo fui el culpable de la muerte de aquel poeta enamorado. Aquello no fue un ajuste de cuentas, no. Tuve que pagar a aquel rumano para que lo matase y no le revelase a aquella mujer su don, pero... llegué tarde, demasiado tarde. Él ya lo había hecho y no fue consciente del uso que ella haría de su poder. Cuando quise eliminarla ya había escalado demasiado alto.

Cuando Dios desapareció tras la gran tormenta sus dones divinos se repartieron entre varias personas, eso me contó el poeta. También me dijo que él podía ver el futuro, me habló de la venezolana, me dijo que en la India vivía una mujer con un don maravilloso, que James y el cosechador darían conmigo y me advirtió de que debía usar mi poder con sumo cuidado. Al principio no tenía ni idea de lo que me estaba contando... Siempre me he preguntado si sabría que yo iba a ser su asesino.

Puedo controlar la naturaleza. Ese es mi don. Al principio no fui consciente de mi poder y provoqué los terremotos de Haití y Chile, el tsunami de las costas de Sumatra e inundaciones en Pakistán, en China... y diversas catástrofes por todo el planeta. Ahora puedo hacer que nieve semanas enteras en el Sáhara, puedo hacer crecer una montaña en mitad de un lago, que lluevan ranas en el Pacífico o que siempre luzca el sol en la Antártida.

En el último año he salvado a miles de personas de la lluvia radiactiva y de otras consecuencias de las bombas pero... nunca es suficiente.

Desde la ventana de esta destartalada cabaña recuerdo quién era yo antes de que Dios nos dejase. En la línea de un horizonte baldío se recortan dos figuras, una parece más pequeña que la otra. Se dirigen hacia aquí, caminan cansadas, al paso de una de ellas parecen brotar... árboles.

*foto de aquí.

La hermana María Bautista

"Cuando estés delante del dulce rayo
de aquella, cuyos bellos ojos lo ven todo,
de ella sabrás de tu vida el viaje.
"
La Divina Comedia. El Infierno, Canto X . Dante Alighieri.

 
(Sanctus - Joseph Haydn)


La hermana María Bautista llevaba casi diez años ayudando a los más pobres bajo el manto de las Misioneras de la Caridad. Quiso olvidar parte de su vida pasada y acabó estableciéndose en una chabola de Dharavi, el barrio más pobre de toda Asia.

Y allí, en mitad de toda aquella inmundicia, viendo cómo los niños se morían de tifus, de lepra, de hambre... o de un simple catarro, la hermana María recordaba a diario la razón por la que había decidido ingresar en las Misioneras de la Caridad. La noche de la gran tormenta, mientras todos se resguardaban en sus hogares, una multitud de pajarillos se precipitaron desde el cielo. "Mal augurio, mala cosa" repetía una y otra vez la monja desde su catre.

Al amanecer, la hermana María salió a la callejuela y contempló el desastre, cavó un hoyo y tomó a un pajarillo para darle sepultura. Le dio cobijo entre sus manos unos segundos y lo depositó en el agujero, luego hizo lo mismo con el resto, alineándolos en la improvisada fosa como si fuesen pequeños faraones del cielo. Cuando fue a colocar el último se encontró el agujero vacío y el trinar de los pájaros comenzó a resonar de nuevo, a unos metros por encima de su cabeza. El que aún albergaba en sus manos despertó, batió sus alas y se elevó hasta alcanzar a sus compañeros.

En los meses posteriores ningún niño dejó de sonreír en Dharavi, todas las personas que morían pasaban por las manos de la misionera. Y, cada día, la hermana María Bautista recordaba la razón por la que había decidido dedicar el resto de sus días a los niños más necesitados. Y es que... para ella no había nada más placentero que regalarles su tiempo cuando sabía con absoluta certeza que su vientre jamás podría albergar una nueva vida.

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*foto (los pies de la Madre Teresa) de aquí

El Cosechador

"Y aquel Señor que allí me había llevado
me dijo: No temas, que nuestro paso
nadie impedirlo puede: del tal nos fue dado.
"
La Divina Comedia. El Infierno, Canto VIII . Dante Alighieri.

Noviembre, 2012. Un año después de las bombas.

Antes de que ocurriese todo yo no era nadie. Un perdedor, un mendigo invisible en una oscura calle de la ciudad más antigua del sur de España, un borracho cuyos labios no se despegaban de la boca de una botella de vino barato hasta haber apurado la última gota.

Joder, en mi vida había caminado tanto, pero el chico casi me obligó, y lleva razón pero... joder, estoy muy cansado. Cuando las bombas comenzaron a caer busqué refugio en un sótano inhabitado, me alimenté llevándome a la boca lo que encontraba, luego aprendí a cazar ratas, y a encontrar sus nidos y los de las cucarachas, agoté el agua acumulada en una cisterna... y cuando las aguas del Atlántico inundaron mi escondite salí a la superficie. Habían transcurrido meses y afuera todo era silencio y destrucción. Era como si el mundo hubiese muerto hacía siglos y yo fuese el único superviviente.

La ciudad estaba arrasada, no había un edificio en pie, ni uno solo de los árboles centenarios del parque Genovés. Entonces apareció él. Era un crío, tendría unos doce años de edad pero cuando hablaba aparentaba la edad de un hombre de más de mil años. James se llamaba, me dijo que llevaba mucho tiempo buscándome, que el mundo me necesitaba, y que había llegado la hora de usar mi don, pero yo no sabía qué cojones significaba todo aquello... hasta que me dijo que me diese la vuelta y observara con atención las huellas que había dejado a mi paso. Entonces supe de qué hablaba.

A veces, las noches en que no seguimos caminando y nos tumbamos a descansar, sueño que entro en el Café de Levante, que nada ha cambiado, que las bombas no cayeron y que puedo elegir entre todas las botellas de alcohol de los estantes, mirándome de frente, uniformadas en sus etiquetas precintadas, nuevas, sin abrir.

Nos hicimos con una embarcación y atravesamos el Atlántico. Ahora, ante nosotros, se extendía una llanura árida y pedregosa. James me dijo que desde allí trazaríamos un nuevo camino hasta encontrar a la causante de toda aquella destrucción. Subí a una colina de piedras y la vida, en forma de ramas y raíces, comenzó a extenderse bajo mis pies. En aquella llanura repleta de cráteres y carne putrefacta y cenicienta, hacía un par de años, se había erigido la ciudad de Nueva York.

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*foto de aquí.

El Don de la Ubicuidad

"Dios es Omnipresente. Está con su ser, saber y poder, donde quiera que exista algo distinto de Él mismo"
Jeremías, 23:23,24

"El agua era muy oscura sin ser negra,
y nosotros, en compañía de las ondas brunas,
fuimos bajando por una inusitada vía.
"
La Divina Comedia. El Infierno, Canto VII. Dante Alighieri.

James jugaba a las canicas con sus amigos en el patio de su colegio la mañana en que Dios se fue. Justo cuando lanzaba su canica favorita por encima del resto, hacia el hoyo central, Dios desaparecía tras la tormenta en el Buick del 53. La canica cayó dentro del agujero, lo que le otorgaba la posibilidad de lanzarla de nuevo contra las canicas del resto de participantes.

Jaleado por sus compañeros de clase James se acercó al agujero y tomó a Lisette entre sus dedos, apuntó a la esfera más cercana y, justo en el momento de lanzarla, ocurrió algo extraordinario: una nube gris se cernió sobre el patio de arena del colegio. Era como si el estadio de los Red Sox hubiese sido arrancado de la tierra y estuviera suspendido sobre ellos. Pero lo más extraordinario fue que James sintió que se encontraba a miles de kilómetros de distancia de aquel patio... en una sabana de África. Era un masai mara y contemplaba el atardecer junto a su amigo Kikanae y entendía y hablaba el maa como si hubiera pasado allí toda su vida.

Luego dio otro salto. Estaba en el patio del colegio bajo la repentina tormenta, en Kenia, y también en una fábrica de textiles de Shenzhen, negociando en perfecto chino mandarín con el australiano John Crane el precio de un cargamento de algodón. Y segundos más tarde también era Fabio, un niño armado de la favela Vila Heliópolis de Sao Paulo, y otro que rebuscaba su vida entre restos de chatarra de un barrio del distrito checheno de Shalinsky.

Y ahora, mientras visualizamos y nos imaginamos las vidas de todos esos James, volveremos al James del patio del colegio, aunque a partir de ahora James sea también cada uno de los niños que he narrado, y decenas, tal vez cientos más, adquiriendo conocimientos y experiencias que alimentarán su sabiduría de diez años de edad a marchas forzadas a partir de ahora, cada segundo de su vida.

La nube comenzó a descargar una violenta lluvia, los niños recogieron sus canicas y corrieron a buscar cobijo bajo la techumbre que conducía a las aulas. James fue el último que dejó el patio tras guardarse a Lisette en el bolsillo.

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*foto de aquí

Despierto

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American Woman

"Justos hay dos, mas no los escucha nadie:
Soberbia, envidia y avaricia son
tres centellas que guardan los corazones ardiendo.
"
La Divina Comedia. El Infierno, Canto VI. Dante Alighieri.

 
(American Woman - The Guess Who)


Melisa se miró al espejo enfundada en su nuevo vestido negro de Lacroix. Se había peinado y perfumado lo suficiente. Sonrió. Aunque todos la creían norteamericana había nacido en Venezuela. Se volvió a mirar al espejo. Estaba arrebatadora y tenía unas curvas de infarto. No podía pedir más. Tampoco necesitaba nada más pero el don le había caído del cielo y no lo iba a rechazar.

Ya habían pasado cuatro semanas desde que Dios dejó este mundo montado en un Buick. Desde entonces había comenzado una nueva era en la Tierra. Melisa sabía que se trataba del Infierno, se lo había contado aquel hombre que asesinaron, el que veía el futuro. También le dijo que había una mujer cuyos sueños se cumplían, y un niño muy especial. Y que después vendrían más personas con dones, que todo iría a peor.

Melisa salía de su apartamento cuando se percató de que le faltaba una de las cosas más importantes: darse carmín en los labios. Si se entretenía un poco más llegaría tarde a la audiencia, así que sacó su lápiz de labios de Chanel y se lo aplicó mientras usaba el pomo de la puerta como espejo. Luego apretó sus labios para acabar de fijar el color, cerró de un portazo y bajó por las escaleras.

En la calle esperaba su limusina, con su don no había sido difícil conseguirla. Ni el coche, ni el vestido, ni el perfume... ni nada que se propusiese. Así que sería muy fácil para ella tomar pleno control de la situación. Se montó en el asiento trasero del Rolls Royce y el conductor la miró a través del retrovisor.

-¿Adónde la llevo, señorita?
-A la Casablanca, por favor- dijo sonriendo.

*foto de aquí

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Minuto de Silencio

Después de un par de horas charlando él se levantó, se acercó a la barra y pidió otros dos martinis. Ella le siguió.

-Bueno, pues ya hemos llegado a ese punto.
-¿A qué punto? -preguntó ella.
-Al minuto de silencio -dijo él sonriendo.
-¿El minuto de silencio?
-Sí, verás... No hemos parado de hablar, de beber, de mirarnos y reirnos durante un par de horas. Ahora, mientras la camarera nos sirve otra copa, transcurrirá un minuto, si durante ese minuto nos lanzamos el uno en los brazos del otro nos veremos inmersos en una tormenta deliciosa y perfecta. Luego nos iremos a tu casa o a la mía y follaremos durante toda la noche. A partir de ahí todo irá a peor y desaparecerá gradualmente con el paso del tiempo.
-Y... si el minuto pasa sin que ocurra todo eso -apuntó ella.
-Si logramos superar ese minuto te convertirás en la mejor amiga que he tenido nunca.

*foto de aquí

Cráneos Ardientes

"Digo que cuando el alma mal nacida
viene delante, toda se confiesa;
y aquel conocedor de pecados
ve cuál es su lugar en el Infierno:
Cíñese con la cola tantas veces,
cuantos grados abajo quiere sea puesta."
La Divina Comedia. El Infierno, Canto V. Dante Alighieri.

Aquella noche ella soñó que a todos sus exnovios les comenzaban a arder las cabezas por combustión instantánea. Y así ocurrió.

Lo merecían.

Uno salió corriendo al notar las llamas y se ahogó en las aguas que rodeaban la punta del muelle de San Alfonso. No sabía nadar y se lanzó en picado. Otro paseaba por la calle Testamento y quiso hundir su cabeza en un montículo de arena de un parque infantil cercano. Demasiado tarde, cayó de bruces con el cráneo calcinado y humeante junto a un tobogán mientras unos niños lo miraban boquiabiertos y las madres corrían hacia ellos.

El tercero de sus exnovios se encontraba en Amsterdam, cenando en un restaurante con una chica. Nada más retirar el camarero el segundo plato su pelo quedó envuelto en llamas. Se levantó dando alaridos y corrió entre las mesas, hacia la cocina, como alma que lleva el diablo. Cuando la atravesaba buscando desesperado el fregadero cayó muerto junto a la encimera de los postres.

Aquella noche servían plátanos flambeados.

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*foto de aquí

Sutil Advertencia

(Pulsa play, es una de las canciones que suelo ponerme mientras estoy metido en la sala de fitness)


 
(Savin´ Me - Nickelback)


Bueno, ya está. ¿Duele? Todavía no ¿verdad? Venga, hombre, que tú lo puedes soportar, que no se diga que no haces ejercicio. Comencemos:

Me han dicho que te gusta la rubita de los leggins negros. Sí, esa que tiene... ¿Cómo lo has descrito tú antes? Ah, sí, una sonrisa que haría resucitar al mismísimo Ramsés II ¡Qué culto eres! ¿Sabías que hace poco han descubierto que los egipcios no usaron esclavos para levantar sus pirámides? Las levantaron ellos solitos, fíjate cuánta piedra. Así que tú no deberías tener problemas en soportar esto. Sólo son sesenta y cinco kilos ¿Cómo? ¿Que tú acostumbras a levantar cincuenta? Yo ya lo sabía.

¿Sabes? Esa rubita, la de los leggins, tiene unas tetas impresionantes ¿verdad? No me digas que no te has fijado en las marcas que dejan sus pezones bajo su camiseta sudada ¿Qué? ¿Cómo que no? ¡No me mientas, joder! ¡No me mientas!.

Así me gusta, que asientas, que reconozcas lo buena que está. Y eso que ya supera los cuarenta ¿eh? Vamos, que incluso podría ser tu madre ¿No te da vergüenza?.

Venga, ya te dejo, espero que lo hayas entendido, chaval. Te quito esto de encima ¿vale? Pero tú deja a la rubita en paz, que bien podría ser tu madre...
... o la mía, o la mía...
... ¿capisce?

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Una compañera de sala con sus ejercicios, un chico que se le acerca, charlan, ríen... y mi imaginación se dispara. Lo normal. Buenos días a todos, me voy al gimnasio.

*Ah, y la foto no la hice yo, no. Es de aquí.

Ajuste de Cuentas


"Entonces oí una voz que decía:
¡Honrad al altísimo poeta,
retorna su sombra, que partida era!"
La Divina Comedia. El Infierno, Canto IV. Dante Alighieri

"Me van a matar. La gente, ajena a lo que va a ocurrir, deambula con los cuellos de sus abrigos levantados y las manos metidas en los bolsillos por la Calle Gibson en esta fría tarde del mes de Octubre. Unos pájaros aterrizan en la cornisa de un balcón cercano y toman asiento en silencio para presenciar el espectáculo final. Me van a matar.

Cuando salga por la puerta cruzaré la calle en dirección a la parada del 21, entonces un rumano se cruzará en mi camino y me echará el brazo al cuello, luego me clavará un cuchillo en el estómago y me susurrará al oído el nombre de mi verdadero asesino mientras termina de rajarme y mis intestinos se desparraman en cascada sobre la acera, como un gigantesco plato de espaguetis.

Parte del dinero que le han pagado lo habrá enviado a su país para que su hijo pequeño se vista y no pase hambre durante los próximos cinco años en las calles de algún barrio de Sulina.

Para cuando yo haya dejado de respirar tú ya te habrás asomado al escaparate del Mozart Cafe, alertada por los gritos de la gente, y una hora más tarde -cuando recojas las mesas- encontrarás esta nota, y recordarás la sonrisa que te regalé mientras yo escribía estas palabras y tú me servías una taza de café. Tócala. Sentirás bajo las yemas de tus dedos que aún guarda en sus bordes el último calor que desprendieron mis labios"

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Este es el primer círculo de los nueve de la serie Dante´s Inferno. Los relatos se irán acumulando en un apartado que he habilitado en el lateral del blog.

*foto de aquí

Mientras Duermes


Te miro desde mi lado de la cama, mientras duermes de nuevo y mis libretas yacen volcadas, muertas en el suelo. La habitación de este hotel es tan pequeña que a duras penas cabe la cama. La elegí por eso, porque no necesitamos nada más que el campo de batalla que nos ofrecen las sábanas.

Te follé hace una hora, tú dormías de espaldas y yo aprovechaba para rematar otro de mis relatos. Siempre me dices que te resulto atractivo mientras escribo, por eso lo hago cuando no me miras, porque odio que me digas eso; porque escribir es una de las cosas que se deben hacer en solitario, como cuando vas al baño.

A mí me pone verte dormida, por eso cambié mi libreta por tus nalgas, como si fuese un animal asustado que huye de una tormenta nocturna. Y tú te despertaste entre jadeos al sentirme encima, buscándote, y dentro de ti, ahogándome.

Derramamos caricias, derramé mis manos por tus cabellos, derramé sudor, derramaste tu saliva sobre la almohada...
... y la noche murió  para ti en el momento en que agarraste el filo de las sábanas con tanta fuerza que la piel de la Tierra se quebró en los pedazos de tiempo que nos restaban.

*foto de aquí

El Buick amarillo del 53


"En medio del camino de nuestra vida
me encontré por una selva oscura,
porque la recta vía era perdida."
La Divina Comedia. El Infierno, Canto I. Dante Alighieri

El Buick del 53 llegó al final del carril de aceleración y se incorporó a la autopista en el momento justo en que comenzaban a caer las primeras gotas. El coche tenía los retrovisores plateados y era de un color tan amarillo que dolía mirarlo. Al final de la autopista, las nubes -que parecían caer como una cortina desde lo más alto del cielo hasta la línea del horizonte- eran de un gris plomizo y pesado, idénticas al asfalto.

Si pudiéramos volar y nos alzásemos un kilómetro sobre el suelo para mirar abajo el Buick parecería una cápsula de Tadalafil en mitad de un gran charco de agua sucia, avanzando a toda velocidad hacia el borde del Abismo.

Cuando el vehículo alcanzó las cien millas por hora la carrocería comenzó a temblar. La lluvia y los rayos se precipitaron sobre él. Dentro, un individuo con unas gafas de sol de Armani no soltaba las manos del volante y pisaba el acelerador aún más mientras todas las emisoras de radio seguían retransmitiendo en directo:

"Atención, se ha visto a Dios conduciendo un Buick de color amarillo del 53 por la TR-28, se dirige a la Tormenta, al parecer con intenciones claras de dejarnos. Por favor, los conductores que se lo encuentren traten de detenerlo a toda costa"

El conductor del Buick sonrió, se ajustó con un dedo sus gafas, insertó un viejo cassette y la música comenzó a sonar...


 
(Day Tripper - The Beatles)

... luego pisó a fondo el acelerador. Segundos más tarde el vehículo desaparecía tras la cortina.

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Vuelvo a Scriptoria, os empezaré a leer poco a poco. Este texto es el vestíbulo de una serie de relatos que agruparé bajo el nombre de Dante´s Inferno. Más en el primer comentario.

*foto de aquí

Raíces


"Un día de verano, contando yo con 12 años, unos familiares de mi abuelo materno me llevaron al pueblo. Mis padres prometieron recogerme (rescatarme para mí) unos días más tarde.

Mi madre me dio unas pocas mudas de ropa y trescientas pesetas, y me encajó en la parte trasera de aquel destartalado citroen, entre una prima segunda y otra. Así llegué al pueblo sevillano de mi abuelo, al horno, y las playas se quedaron al sur. Pasaron cinco días y telefoneé a mis padres para preguntarles cuando iban a venir a recogerme. "Pronto, pronto" decía mi madre al otro lado. Así pasaron veinticinco días de Agosto.

Trescientas pesetas eran una fortuna para cinco días, pero un apuro para un mes, de modo que tuve que administrármelo de este modo:
- varios chicles cheiw
- unos paquetes de pipas con sal churruca
- dos entradas para el cine de verano
- un álbum y unos sobres de cromos de la liga de fútbol de la próxima temporada
- refrescos y frigopies
- peta-zetas y
- dos tiradas a la tómbola de la fiesta del pueblo (me llevé un balón de plástico de color verde).

Me resultó irritante que mis padres me abandonasen tanto tiempo allí, en un pueblo del interior que apenas me decía nada. Echaba de menos mis playas, hacer castillos en la arena, corretear por la orilla y salpicar de agua a mis primas y a mis tías cada vez que intentaban meterse en el agua con aquella lentitud que tanto las caracterizaba. Pero, cuando paseaba por las calles del pueblo de mi abuelo, descubría cosas nuevas; cosas que no he vuelto a volver a tener.

Después de comer, con el peso del calor sobre los hombros, salía a la calles y me perdía entre el silencio de los empedrados y las casa-puertas de madera. En algunas, semiescondidos, dormitaban los ancianos apoyados en sus bastones mientras resonaba alguna olla tardía en el fuego de una cocina. Las calles eran estrechas y con cuestas y curvas muy pronunciadas. De esas que atesoran los olores en las esquinas y que te dan de lleno justo cuando tuerces para enfilar otro camino. Olor a meloja, a pan recién tostado, a manteca casera, a migas, a tomate y a ajo recién triturados para el gazpacho, a cafetera recién hecha, o a cama sin hacer tras la siesta.

A todo eso me sigue oliendo el pueblo de mi abuelo"

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Tengo unas ganas tremendas de regresar a Scriptoria y de leeros. Aún no, en Octubre, en Octubre. Estoy pluriempleado y no puedo dejar a medias un proyecto. Mientras tanto he querido regalaros... este recuerdo.

*foto de aquí

Cataluña is different

Durante el mes de agosto no se publicará La Voz de Zamora. Como yo ya tenía mi columna del viernes escrita... aprovecho y la pongo en Scriptoria :) Estaré un tiempo apartado del mundo de los blogs por motivos laborales (doblemente además), pero intentaré robarle tiempo al tiempo para leeros y contestar a todos los comentarios que me dejáis. Os lo agradezco, y sed bienvenidas todas las personas que os habéis unido a Scriptoria, tanto por aquí como por Facebook :)

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Cataluña is different

"Ocurrió lo esperado: el parlamento catalán prohibió las corridas de toros en Cataluña. Al parecer el rojo y albero, seña de identidad durante mucho tiempo de una parte de la tradición española, molesta demasiado en la tierra donde reinó Juan I, pues bajo su mandato, allá por 1387, tuvo lugar la primera corrida de toros. Digo que el rojo y albero molesta en Cataluña no porque con ellos se le hagan daño a un animal sino porque tiene que ver con España, porque no creo que los señores votantes parlamentarios hayan votado en contra del daño que recibe un toro. Si hubiera sido así también hubieran prohibido los correbous y correlaç. Es decir, para los que sólo entendamos el castellano, los correbous y correlaç son esas fiestas tradicionales de Tarragona (también existentes en miles de puntos geográficos españoles) donde atan con cuerdas a un toro, se corre junto a él, se le pega tirones de rabo o se le prende fuego a sus astas como divertimento. Estos actos no están prohibidos.

Yo soy partidario de que cada comunidad autónoma tenga su propia seña de identidad, sus decisiones propias. Cuando me voy de vacaciones a Figueras digo: “Me voy de vacaciones a Figueras”, por mucho que me quieran imponer que no se dice Figueras, que se dice Figueres. Lo digo en mi idioma, del mismo modo que digo “Me voy unos días a Londres”, no a London. Tomo mis propias decisiones, y creo que son coherentes. Como la de estar en contra de que jueguen con la vida de los animales.

El parlamento catalán ha tomado su propia decisión, pero no veo coherencia en ella, y va a suponerle a cada catalán un gasto de 57 euros en concepto de indemnización al sector taurino. Ahí queda eso. Igual lo próximo que prohíben es la venta de toros de plástico y muñecas vestidas de gitana. Se lo están pensando. Vecinos del norte… preparen sus bolsillos."

Cristina


"A Cristina no se la habían follado tan bien desde los 16 años. Aunque suene a algo inusual, disfrutó de su primera vez. Luego aquel tipo la dejó y se largó por donde había venido.

Desde entonces Cristina había estado con más hombres, pero ninguno la hizo disfrutar como el primero. Hasta que aparecí yo, ella tenía 25, yo... una década y media más. Me metí tanto dentro de ella que confundí el latir de su corazón con el de mi sexo. Empapé tanto de sudor y de semen su pecho que creí estar nadando en un océano de aguasal y espuma, en mitad del mismísimo infierno.

La forcé tanto por los hombros que creí que su espalda de terciopelo blanco se iba a quebrar, como las hojas resecas y tardías de un otoño imperecedero. Entonces ella desorbitaba sus ojos y se corría entera, una vez tras otra, mientras reía y lloraba a la vez, y acariciaba mi pelo y me decía que no me fuese nunca.

Nunca.

Y me quedé. Y ella no.

De eso ha pasado mucho tiempo.

Nunca me habían follado tan bien como me folló Cristina"

*foto de aquí

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Y en la barra lateral... "El Circo", mi columna para La Voz de Zamora
(Sigo demasiado ocupado, a ver cuando puedo pasarme por vuestros blogs...)

Ya no escribo Cartas de Amor


Para M.


"Ya no escribo cartas de amor, porque no se acercan a lo que hay entre tú y yo.

Ni son como el perfume que inhalo cuando desde la orilla me acerco a dejarte un beso en tu pelo mojado.

Ya no escribo cartas de amor, porque no saben atesorar los silencios que nos envuelven cada vez que compartimos un helado, y yo me siento incapaz de volcar al papel tu hermoso gesto cotidiano de salpimentar un filete o de decirme adiós con la mano... o con tus labios callados.

Ya no te escribo cartas de amor, porque al leerlas no sonarán las risas que sobre la mesa de nuestra primera cena se suicidaban contra tus manos; ni me sabrán a todos esos pequeños desastres tuyos que yo hice míos, livianos.

Ya no te escribo cartas de amor, porque jamás llegarían a ser como lo que hemos construido tú y yo"

*foto de aquí

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Y en la barra lateral... "Una de pulpo", mi columna para La Voz de Zamora.

Bajo tu Arena

(Pulsa Play y escucha Not Alone, una pieza a piano de Rob Costlow, mientras lees)


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Si quieres ver el texto a mayor resolución haz click aquí.
Y también puedes leer mi columna del viernes en La Voz de Zamora pinchando en el enlace "¿Desbarajuste hormonal?" de la barra lateral.

Más en el primer comentario.

Enredados


Él conducía su Volkswagen. Ella miraba por la ventanilla desde el asiento del copiloto. Delante de ellos una carretera iluminada por la luna parecía extenderse recta hasta el infinito.

- ¿Qué te pasa? - preguntó él.
- Nada, nada.
- No vas a poder quitártelo de la cabeza ¿verdad?
- ¿Qué es lo que no voy a poder quitarme?
- A ese, al tío ese... El de los poemas cursis escritos a mano. Él cuelga en su página un texto de su puño y a ti se te caen las bragas.
- Eso no es cierto.
- No he visto una cosa tan pastelera desde que acudí a tu boda.
- Pues a mí me gusta.
- ¿Qué te gusta, tu boda o esos poemas?

Ella no contestó, transcurrieron unos segundos y él siguió diciendo:

- Bah, ese tipo es un farsante.
- Pues a tu mujer también le gusta - apuntó ella.
- ¿A Paula? ¿De veras? ¡Pero si no sabéis ni qué aspecto tiene!

Ella le miró de reojo y comenzó a sonreír.

- ¡Oh, Dios! ¡Habéis quedado con él! ¡Hijas de puta! No me digas que habéis quedado con él las dos juntas para...

Ella rió mientras se acercaba y le soltaba un beso en la mejilla.

- A veces pienso que sólo te mueves por el morbo, y que te sigues viendo conmigo sólo por el placer que te da follarte al mejor amigo de tu marido.

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Y ahora... sobredosis de escritos:

1) En la barra lateral podéis leer "El maestro", mi columna del viernes en La Voz de Zamora.
2) Pinchando aquí abriréis el último post de "En Ángulo Muerto", el blog de la novela (con mismo título) que acabé hace año y medio. He colgado en pdf el capítulo 8, de regalo.
3) Y más en el primer comentario...

*foto de aquí

Tribulaciones de un Sicario


Empiezo esta recomendación literaria con una disculpa: Que me perdonen el resto de autores que han publicado con Editores Policarbonados pero el libro que aquí reseño es para mí, y hasta ahora (aunque aviso que aún tengo en cola varios por leerme), la joya de la corona de esa editorial.

Ya en la contraportada comienzas a leer: "Una ciudad olvidada. Un grupo de sicarios aficionados. Secretos de familia. El halo envolvente de la decadencia..."

Con esos ingredientes se le antoja a uno imposible no darle la vuelta al libro, abrirlo y comenzar a leer e inmiscuirse en la trama que esconde la historia de Anselmo de la Rúa, el aspirante a sicario y protagonista de esta novela. Elena Casero, la autora del libro, usa la narración en primera persona y en boca del propio Anselmo para describir todo lo que le rodea: lo que ve y no le gusta, lo que oye, lo que calla, lo que teme, lo que ha perdido... o lo que siente, desde cuando debe convertirse en la sombra de un hombre (¡sin tan siquiera tener coche para poder seguirle!) hasta lo que siente por no poder estar colgado de los pechos de su añorada doña Celia.

Cada personaje que aparece en la trama (y uno de mis favoritos es Antonio) está deslizado con una suavidad sorprendente y en absoluto desentona, en ningún párrafo del texto, ya sea para crear una situación cómica (que las hay, y muchas) como para aclarar aspectos de la trama.

Tribulaciones de un sicario es la tercera novela de Elena Casero. Y a buen seguro que no va a ser la última. Para adquirirla (y ya va por su segunda edición) sin gastos de envío pincha aquí.

O también podéis acudir el día 2 de julio a la presentación que hará su autora en Valencia, también estará Raúl Ariza con su Elefantiasis, en la librería Primado, a las 20:00h. Una ocasión única para pasar un buen rato con ambos.

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Hasta aquí las reseñas, el viernes un nuevo relato en Scriptoria. Más adelante reseñaré: August Tercero Foer, Y tu luz en mis tinieblas, Elefantiasis y El paraíso intransigente.

*foto de aquí

Estampaciones


A la pregunta "¿Quién eres?" Alena, la autora del libro que voy a recomendar, contesta: "Una mujer que mira". Y yo añado además que escribe como pocas lo hacen.

Estampaciones (de Editores Policarbonados) es un libro de relatos muy cortos (a modo de entradas de blog) que, al menos para mí, van conformando un paisaje panorámico de balcones y ventanas de adornos variados; son estampas donde tienen cabida desde el humor de El ángel o Casa nueva (que nos deja con una maliciosa sonrisa en la boca), hasta el conmovedor Como las flores. Estampaciones también nos despierta la imaginación con curiosidades, como la que tiene uno de los personajes, que se pregunta qué pasaría si entrase en una fotografía.

Y como nota predominante... el acto de mirar y ser contemplado. En este libro de relatos ese acto de mirar es tan básico y necesario como el de alimentarse o respirar. Y no resulta nada difícil perderse entre los renglones de Ladran los perros o Leyenda de la ausencia, y rescatar de ellos la poesía que Alena ha escondido por encima y bajo sus palabras. Prosa poética.

Podéis adquirirlo online aquí, o acercaros a la librería La Clandestina.
Y os recuerdo que este mes de junio el envío de sus libros os saldrá gratis; están de aniversario.

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La semana que viene: Tribulaciones de un sicario, la magnífica novela de Elena Casero. Más en el primer comentario.

*foto de aquí

Una Fina Lluvia sobre tu Tumba


Un hombre de negro recostado en el tronco de un ciprés esperaba el paso del cortejo fúnebre. Pulsó play en su reproductor de mp3 y la música comenzó a sonar en los auriculares.

Beatles - Rain

Al cabo de un rato la lluvia comenzó a caer en forma de minúsculas gotas, justo cuando los enterradores finiquitaban su trabajo. Pusieron la losa en su sitio y sellaron la tumba en un tiempo récord. Entonces los familiares comenzaron a sollozar y a abrazarse unos a otros. Al cabo de un par de minutos formaban un grupo de fantasmas grises arrastrando sus pies hacia la salida del camposanto.

Nadie se había percatado de la figura enlutada que había observado la escena en la distancia. Esperó a que todos salieran, y cuando el cementerio se quedó huérfano, dominado por la fina lluvia, caminó con sigilo hasta la tumba del difunto. Se ajustó sus gafas de sol, subió el volumen de su reproductor y de un salto se subió a la losa. Luego se bajó la cremallera de su bragueta y se sacó la polla. Y mientras orinaba sobre el nombre del fallecido dijo:

- Aquí me tienes... grandísimo hijo de puta. Cumpliendo el juramento que te hice.

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Si quieres saber cómo surge esto... lee el primer comentario. Y en la barra lateral El montaje perfecto, mi columna del viernes en La Voz de Zamora

*foto de aquí

Días como Todos


El primer libro de la colección Poemas de Editores Policarbonados es un libro de poemas diferente a cualquier otro que pueda caer en tus manos.

Yo tengo la mala costumbre de usar signos de puntuación en los pocos versos que escribo. Jorge Arbenz, como buen poeta y autor de este libro, no lo hace, pero no queda ahí la cosa sino que rompe los versos de una forma muy original, así que puedes estar leyendo un verso y, antes de que llegues al final del mismo, encontrarte con una palabra que comienza en mayúscula (supuesto inicio del siguiente verso) o notar que algo falta, siguiendo en el verso posterior.

Ignoro si esta forma de escribir ya se había usado antes pero es muy original y nos invita a prestar más atención a la lectura de sus poemas, que tratan temas tan cercanos a todos como la soledad, el desamor, las ausencias, los recuerdos...

"44 poemas desnudos, limpios, directos y de temática universal", tal y como nos dice Marisa Belmonte en la sinopsis de la contraportada. Así es Días como Todos.

No sé a qué esperas para comprarlo, en La Clandestina. Además, este mes están de aniversario y enviarán los libros publicados por su editorial que compréis sin coste alguno a la península y Baleares. Aprovechad esta ocasión.

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El viernes un nuevo relato en Scriptoria y la semana que viene las reseñas de: "Estampaciones" y "Tribulaciones de un sicario"
*foto de aquí

Primitivo Ramo de Orquídeas


Desde hace un tiempo he estado leyendo libros de amigos que conocí por este medio y que han conseguido publicar. Ya es hora de que haga algunas reseñas en este blog. Os advierto que soy malísimo reseñando (así que no esperéis gran cosa). Algunos de los libros que voy a comentar salieron al mercado editorial hace tiempo, aun así no me gustaría dejarlos pasar sin que tuvieran un hueco en las estanterías de Scriptoria. Comenzaré con Primitivo Ramo de Orquídeas.

Así se titula el primer libro de cuentos de Gilda Manso.

En él cada cuento tiene los elementos justos. Cada historia es como una breve receta de cocina, exquisita, sencilla y perfecta. Si le quitas un ingrediente pierde sabor, si le añades alguno es muy posible que el cuento rebose de su recipiente y el plato se arruine por completo.

No voy a mencionar los títulos de los cuentos que son dignos de destacar porque todos tienen algo, un aura única que los envuelve y que unida a las demás forman un pequeño universo (donde se mezclan los elementos fantásticos con los cotidianos) que no os dejará indiferente y, la mayoría de las veces, con ganas de volver atrás para degustar de nuevo sus historias.

Podéis adquirir el libro en papel o en formato e-book pinchando aquí.

Además agradezco a Gilda la dedicatoria de uno de sus cuentos: El Reloj Varado.
El blog de Gilda es La Vida Roja
Espero (im)paciente tu próxima publicación.

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Y en la barra lateral: Repugnante, mi columna del viernes en La Voz de Zamora

*foto de aquí

Corrección Importante

Os quiero avisar de una metedura de pata de las grandes, cometida en Poemario de Nostalgias y Anhelos.

Una parte del poema Si Pudiera... (en concreto la parte que ocupa la página 88) no es de mi autoría, sino que es una creación de mi amiga Ana. El poema original lo podéis leer en este aviso que he redactado para incluir en los libros que me restan por enviar. El poema final, y publicado, es producto de un recorte y modificación que hice (creyendo que era mío) para que se ajustase a la página.

¿Cómo ha sucedido esto? Muy fácil. En ese libro hay muchos poemas que son inéditos en Scriptoria, algunos están copiados directamente de mis libretas, otros los he recuperado de blogs privados o de donde iba colaborando con amigos. La página 88 del libro es una incorporación que hice a última hora. Mi error fue asociar mi parte del poema (pag. 89) al resto del mismo, de la autoría de Ana. De modo que se coló entre mis borradores y, de ahí, a la maqueta final del libro.

Mis más sinceras disculpas a Ana, que se ha tomado esto como una anécdota y con mucho gusto me ha dado su permiso para mantener la variación que hice de su poema en el libro, y a todos los lectores.

Cronopio

- ¿Han muerto?
- No, sólo están esperando.

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* la fotografía es del interior de una de mis libretas
*De Wikipedia: "En general, los cronopios son presentados como criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales
"

Y mañana en la barra lateral: "Perdidos", mi columna de opinión en La Voz de Zamora

Apresada


(Hoy he decidido publicar aquí mi columna del viernes en La Voz de Zamora. Porque me apetece, porque hay mucho que decir sobre este tema)

"Querido papá,

Espero que te llegue bien esta carta ¡En el sobre he escrito tu nombre con letras grandes! Te la he escrito mientras me comía el bocadillo en el recreo, por eso el papel está un poco arrugado. Bueno, y también porque la he tenido que esconder al fondo de la mochila. Te he hecho caso, estudié como tú me enseñaste y seguro que saco buenas notas, así que no tienes que preocuparte ¿vale? La semana pasada le entregué a la señorita el castillo de cartón y serpentinas que empezamos a hacer juntos ¿te acuerdas? Le dibujé un gran árbol en una pared y puse la bruja en lo más alto de la torre, tal y como dijimos. Ha quedado muy bien, debería haberte enviado una foto.

Ojalá estuvieras aquí para columpiarnos y para que me ayudes a subirme al tobogán mientras mamá habla con sus amigas. También quiero que volvamos a ver juntos los dibujos animados mientras nos comemos las chuches a escondidas de mamá ¿Cuándo vas a volver? Bueno, a ver si te dejan, claro.

Espero que puedas leer esta carta tranquilamente cuando estés solo en tu cuarto oscuro. Eso dice mamá, que ahora duermes en un cuarto oscuro. Cada día le pido que me deje ir a verte y cuando lo hago se enfada mucho y dice que eso es imposible. Tú me dijiste que no había nada imposible. Sé que todavía falta mucho pero ya he pensado lo que le pediré a los Reyes Magos este año, pero no te lo puedo decir porque ya sabes que lo tengo que escribir y que es como los deseos, que si lo digo… no se cumple. Rezo todas las noches. Reza tú también ¿vale? A veces oigo a mamá y a la abuela decirles a los vecinos que tú dabas golpes pero yo no me lo creo porque tú siempre me abrazabas y me hacías reír, y porque eres mi papi. Por favor, vuelve pronto ¿eh?

Un besito fuerte. Lucía"

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Más sobre esto y otras cosas... en el primer comentario

*foto de aquí

Poemario de Nostalgias y Anhelos

Bueno, pues ya ha llegado el día. Lo que veis en las fotos es mi Poemario de Nostalgias y Anhelos. Un libro de poemas que he decidido autoeditar. Es decir, no ha habido editorial de por medio sino que yo mismo me he vestido de poeta, editor, corrector y maquetador, sin ser ni ejercer ninguna de esas profesiones. Una temeridad, vaya.

He decidido que la primera edición de este libro sea una tirada limitada de sólo 75 ejemplares. Cada ejemplar estará numerado a mano y llevará una dedicatoria personalizada del autor (es decir, mía, si el comprador así lo desea). He puesto toda mi atención en la corrección de los poemas y en la maquetación del libro para ofrecerlo de la mejor manera posible. Está impreso en tapa blanda de 300 gr. con solapas, laminada y con acabados en mate. El papel interior es de 115 gr. estucado y en mate.

Las medidas del libro son de 10,8 x 17,5 cm., tiene un total de 92 páginas y contiene todos los poemas publicados en Scriptoria más una veintena de poemas inéditos en el blog y que jamás saldrán publicados en posteriores ediciones de este libro (en el caso de haberlas) o en otro medio.

Así que la única oportunidad de leerlos es obteniendo un ejemplar de los 75. Y ahora es cuando viene la ocasión de vestirme con el traje que me queda: el de librero. El precio es de 12€ (con gastos de envío gratis para la península. Envío a Canarias, Baleares y al resto del mundo, consultadme).

Si quieres hacerte con tu ejemplar escríbeme un correo a:
angel.delgado@gmail.com


Y para ver más fotografías, un book-trailer, la página en Facebook (con más fotos), leer vuestras reseñas (si las hubiere) y saber el número de ejemplares que quedan disponibles... pinchad en los enlaces del apartado que he puesto en la barra lateral.

Las críticas de todo tipo son bien recibidas.

Derrame Fortuito


"- Que pase usted una buena tarde, señor - dijo la mujer sonriendo.

Y la verdad es que no la pasó. Ventura salió de la tienda sin hacer honor a su nombre, desde que pisó la calle todo fue un derrame fortuito de calamidades y desgracias.

Un Mercedes Benz se salió de la calzada y se estampó contra un escaparate de una bombonería cercana desperdigando la vida de tres peatones por encima de las cajas de exclusivos Patchi y Godiva. Debido al temblor de la fachada del edificio los pies de un pintor que trabajaba subido en un andamio trastabillaron, el hombre cayó al vacío y vino a morir justo a los pies de un niño de cinco años que jugaba con su pelota de goma recién comprada. Una señora de 81 años que presenció la escena cayó fulminada de un infarto.

Y para colmo Ventura no encontraba ni un sólo taxi, y además se le acababa de agotar la batería de su móvil... así que llegaría tarde a su partida de cartas. Pasó por encima de los cadáveres del pintor y de la anciana y el niño de la pelota se lo quedó mirando. Luego siguió caminando tranquilamente calle abajo jurándose no volver a pisar jamás la tienda de aquella pitonisa."

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Y en la barra lateral... "Pesadillas", mi columna del viernes en La Voz de Zamora

*foto de aquí

La Perra, La Zorra y La Manzana


(Lee esta fábula para niños muy adultos mientras oyes a uno de los grandes: Mozart y su Allegretto, del concierto en Re mayor para flauta y orquesta K314)


"Érase una vez una Perra sarnosa que perdió su Manzana. No la empujó por la calle cuesta abajo sino que la Manzana arrancó a rodar por el suelo como si tuviera vida y voluntad propias. Desde las sombras de unos abedules cercanos una Zorra embustera había visto a la pieza de fruta rodando y comenzó a susurrar su nombre hasta que la Manzana se paró en seco dándose por aludida. La Zorra la tomó entre sus dientes y se hizo su dueña, y cuando vio a la Perra buscándola desesperada comenzó a reírse en su cara. La Perra, enfadada, se enzarzó en una pelea con la Zorra. Zarpazos, mordiscos y empujones fueron el único lenguaje que hablaron durante una hora larga.

Mientras tanto la Manzana había aprovechado para huir, tan cansada estaba de ambas.

Cuando la Perra y la Zorra se percataron de que la Manzana les faltaba ya era demasiado tarde. La habían perdido. Así que decidieron acudir al Gran Chamán del bosque para pedir consejo. Mientras éste acababa un sudoku oyó de buena gana la historia de ambas, aderezada con sollozos, lamentos, mentiras y patrañas. Cuando las dos acabaron el Gran Chamán todavía se tomó unos minutos extras para acabar su pasatiempo. Luego alzó la vista y, quizás aún sorprendido por la presencia de ambas, dijo:

-Ay, no sé, dejadme en paz, leñe ¡Y dejad a la pobre Manzana! Marchad juntas o cada una por su lado o... yo que sé ¡fundad un blog! Además, no sé qué estoy haciendo... ¡si yo ya no me hablo ni con perras ni con zorras!

Y así acaba esta fábula."

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Más en el primer comentario, y en la barra lateral, en el apartado "La Voz de Zamora", podéis pinchar en "La Paradoja del Reloj" para leer mi columna de hoy.

*foto de aquí

Insomnio


"Brenda se levantó partiendo la madrugada y cruzó a oscuras el salón de su casa. Entró en la cocina, abrió la puerta del frigorífico, se sirvió un vaso de agua fresca y volvió a la cama. Mientras trataba de conciliar el sueño, apartando de su cabeza la imagen del cadáver que se hallaba a su lado, decenas de moscas gigantes de pelo negro y lomo verde metálico comenzaron a salir de la boca del difunto. Brenda no se percató de ellas y durante el resto de la noche se encaramaron en silencio a su melena rubia, ocultándola por completo.

A la mañana siguiente, cuando Brenda se miró en el espejo del baño, las moscas la observaban sin descanso. Intentó deshacerse de ellas rociándolas con insecticida, las moscas ni se inmutaron. Luego cogió el mango de la ducha y se mojó la cabeza de arriba abajo, los insectos emitieron leves zumbidos y permanecieron quietos, aferrados a su pelo. Entonces pensó en introducirlos uno a uno por la boca de la botella de chateau que habían descorchado la pasada noche, aún quedaban restos mezclados en el fondo, pero las moscas medían lo suficiente como para no caber por el cuello de la botella."

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Más en el primer comentario

*foto de aquí

Lesbos (II)


(Antes de continuar... Lee la primera parte)

María tomó un sorbo de vino, depositó con una seguridad abrumadora la copa sobre la mesa y se levantó. Puso un pie sobre uno de los huecos laterales de la silla de Verónica y, haciendo un poco de esfuerzo, se elevó sobre ella a la par que ponía el otro pie sobre la mesa. Se levantó la falda con ambas manos y su coño apareció hinchado y hermoso ante el rostro de su amiga.

Verónica aspiró el aroma sudoroso de un sexo tan caliente como el suyo. Luego hundió su lengua lo más adentro que pudo.

La movió vertiginosa, adentro y afuera, en el sentido de las agujas del reloj y como si marcase sus segundos al triple de velocidad. Luego relamió con avidez los bordes, arriba y abajo. Decenas de veces. Bebió del sexo de María como si fuera el último coño sano sobre la Tierra, y en su lengua se mezclaba su sabor con el de la copa de Valbuena.

Hasta que María decidió apartarse segundos antes de correrse, con el corazón latiéndole fulminante en la garganta. Siempre se retiraba las primeras veces, lo hacía porque le gustaba alargar los preludios.

Se bajó de la silla y de la mesa con la misma parsimonia con la que se había subido y volvió a sentarse en su sitio. Cuando miró a Verónica ésta se relamía con lentitud callada los restos de su ración de sexo. Sonrieron y siguieron bebiendo.

Y así fue como el mar comenzó a llegar esa noche a las playas de una isla, virgen y huérfana.

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Y una noticia interesante... en el primer comentario

*foto: The Temptress, de Jack Vettriano

Lesbos (I)


A María le gustaba vestir con faldas estampadas de diversos motivos, y en invierno con unas rebecas cortas y ajustadas de lana que evidenciaran la redondez de sus pechos. Era morena y de ojos negros, su pelo liso le caía hasta el hombro y una sonrisa leve se dibujaba a veces en sus labios, apenas formados por un ligero trazo al óleo carmesí. A veces su sonrisa no decía nada. Esta noche, sí.

Verónica era diferente.
Pelo muy corto y pantalón vaquero. Suéter negro y holgado. Apenas tenía pecho y sus brazos y piernas eran excesivamente delgados.

Cenaban.
Reían.
Brindaban en copas grandes. Con un Valbuena del 89.
Más copas.
Más de una botella.
Más risas.

Verónica era una isla seca que deseaba recibir náufragos sin ninguna intención de convertirlos en ahogados perecederos.
María era la sal y las olas, con ganas.

- Adoro a Kant - dijo la isla.
- Me encanta Nietszche - dijeron las olas.

Y siguieron riendo.

(continuará...)

*foto de aquí