... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

La Iridiscencia de las Pompas de Jabón



"Lila se colocó frente a la ventana y desenroscó el tapón del bote donde una pegatina rezaba:

"Deseos Iridiscentes"

En el aro una solución jabonosa brillaba como una lágrima transparente y plana atrapada en un círculo perfecto, se lo acercó a los labios y sopló con la delicadeza que su madre le había enseñado, como si fuese a empujar una pluma liviana de fina plata a una corriente de viento estival y tardío... y de la sortija de plástico nació una pompa de jabón redonda, perfecta, que se fue por el hueco de la ventana. Pero Lila comprobó que la pompa titubeaba...

... subía,
... bajaba,
... volvía,
... se alejaba,
... rozaba los filos de la ventana.

Hasta que al final explotaba en minúsculas gotas de colores. Entonces Lila pedía su deseo, porque eso había que hacer, eso había leido su madre en la pegatina del bote. Durante toda la tarde pidió el mismo deseo. Aunque algunas pompas no explotasen y torcieran esquina abajo, perdiéndose para siempre en un atardecer grisáceo.

Su deseo jamás se cumplió... pero, la noche de aquel día en que descubrió la iridiscencia de las pompas de jabón, Lila volvió a soñar que su abuelo la despertaba para ir a pescar al lago."

*foto de aquí

Una Historia de Amor Como Otra Cualquiera


Yo no sé si os aburro con las historias de mi familia... de todas formas... hoy voy a escribir sobre mis abuelos paternos, no sobre los maternos (que son los protagonistas de Una Forma Diferente de Besar, ¡Ordena Los Libros! o El Bostizo).

Mi abuela paterna se llamaba A. y mi abuelo F.
Ella era de un pueblo de Ciudad Real y se quedó huérfana de madre cuando contaba con 10 años. Mi bisabuela dejó tierras... pero se las quitaron, envidias familiares al parecer, ella y mi bisabuelo no supieron luchar por los terrenos. De modo que sobrevivieron como pudieron hasta que mi bisabuelo decidió poner la cabeza sobre las vías del tren, antes de eso mi abuela se marchó al sur y no se enteró de lo que había hecho su padre hasta transcurrido un año.

Mi abuelo F. trabajó desde muy pequeño en una panadería, y tenía un pasatiempo la mar de peculiar: Hacía cestas de hojas secas de palmito (la de la foto es una que conservamos). Cestas de esas que antes se llevaban al mercado de abastos para llenarlas de frutas y hortalizas. Era una obra artesanal de primera clase. Yo siempre he pensado que ese entretenimiento le vino de la panadería, de ver los cestos llenos de pan tierno y caliente. Eso no me lo contó mi padre, me lo imagino yo solo, pero sí me contó otra cosa:

Una mañana mi abuela entró en la panadería y a mi abuelo se le cayó el mundo entero a los pies. Ella no era especialmente guapa pero él la miró y se dejó llevar por su habla, tan castellana que era.

Ahí empezó todo.

Mis tías y mi padre siempre dicen que mi abuela fue una mujer fuera de lo común. La que tiraba del carro con cuatro pesetas mal contadas para hacer encajar los platos y unas risas en siete bocas hambrientas. Si le pedías algo ella te lo daba, y si no lo tenía lo inventaba para ti. A mí me hubiera gustado estar allí para vivir esa magia. Pero no pude, se me murió cuando yo tenía 5 años.

Y lo voy a dejar aquí. Perdonad si no os cuento ahora las tardes de los domingos oliendo a arroz con leche. Eso lo he dejado para el papel, me lo guardé para regalárselo a Amadeo.


*foto: AdR (con un toque de nostalgia al óleo sobre el lienzo difuso del tiempo y el recuerdo)

El Tesorero de Recuerdos


(Lee este cuento ambientado con la lluvia de esta música)

"Vivía en un tiempo, a orillas de un charco inmenso de aguas calmadas, un hombre enamorado de las palabras, que comprendía que el sentir auténtico permanecía, y el tiempo pasaba. Y a este hombre le llegaba flotando a morir junto a su cabaña, sobre lenguas de agua, recuerdos que había regalado a mujeres amadas.

De modo que guardaba: escritos, cuentos, cajas de música, cajas vacías, cajas con cuentos, manuscritos, libros, tazas, flores marchitas, cartas sin lacrar y lacradas, primeras citas, plumas, primeros besos, novelas acabadas, la caja... 

... palabras, palabras... palabras.

Lo recogía todo desde el amanecer hasta bien entrada la madrugada, sobre camas de espuma blanca y salada. Y bajo el silencio y la quietud de su alma permanecía viva la llama de una espera abierta y un amor infinito.

Todo lo que llegaba lo guardaba en un arcón sin pronunciar el más leve de los suspiros ni la más corta de las palabras, y dejando caer las lágrimas más largas. Y en el espejo del agua veía su rostro como el de aquel hombre muerto de la historia que una vez oyó de boca de un cuentacuentos, como si estuviera tumbado, agonizando a suspiros entrecortados entre rocas cubiertas de mariposas blancas.

Hasta que en un lluvioso atardecer se metió en la cabaña y se echó el arcón a la espalda. Se adentró en el charco inmenso y calmado...
... y desapareció para siempre, bajo las aguas."

-.-

y...

*foto de aquí

Perversus: Jiménez y Lorca

fornicar. Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio.

"Bendigo mis ansias,
preparo tu horca,
sacudo mi polla
y me corro en tus versos.
Pervierto a Jiménez,
fornico con Lorca,
caliento mi semen
... llenando tu boca."

-.-

Y fin... en el primer comentario

Perversus: González y Fuertes

"Estercolo tu cuerpo
y te entierro en el suelo.
Espero riendo,
defecas tus sesos.
Lapido a González,
torturo a Fuertes.
Recojo gusanos
y mastico tus dientes"

Perversus: Hernández y Borges

despeñar. Precipitar y arrojar a alguien o algo desde un lugar alto y peñascoso, o desde una prominencia aunque no tenga peñascos.

"Caliento mi cera
y derrito tus senos,
enfrío tus labios
helando tequieros.
Despeño a Hernández,
salivo a Borges,
me arrimo a tu coño
y relamo sus bordes"

Perversus: Góngora y Quevedo

trepanar. Horadar el cráneo u otro hueso con fin curativo o diagnóstico.

"Abro tu boca
y empalmo mis dedos,
te insuflo avaricias,
vomitas mi pelo.
Erijo a Góngora,
trepano a Quevedo,
sofrío inmundicias
y te sirvo mis miedos"

Perversus: Alberti y Pessoa

"Desvisto mi coño
y piso tu cuerpo,
exprimo tu polla
y me bebo sus gotas.
Pateo a Alberti,
cocino a Pessoa,
aparto su caldo
y te inyecto mi droga"

Farewell


(Para D., que se fue hace dos amaneceres)


- He soñado que volvía al astillero, y que los barcos que allí hacíamos eran de papel... y los niños jugaban con ellos. ¿Dónde están los niños, nena?.
- Ahora vienen, dentro de un ratito.
- ¿Me has preparado la comida? Tengo que ir a trabajar al astillero, ¿sabes?... mis compañeros ya me deben estar esperando.
-Claro, ahora te la traigo, cariño.
- Tengo calor. ¿Qué son todos estos tubos? Quiero levantarme, quiero que me pongan de nuevo la insignia de La Naval, como en aquella comida que dieron a finales del año pasado... me gustó aquello, allí estábamos todos... todos tan sonrientes...
- Lo pasamos bien ¿verdad?.
- Oye, nena... ¿Tú crees que los barcos de papel vuelan?.
- Sí, sí que vuelan.
- Pues iremos tú y yo a pescar en uno, como hacíamos antes ¿te acuerdas?.
- Claro que sí, nene.
- Bueno, pero ahora estoy muy cansado, creo que voy a dormir un poco ¿vale?... hasta pronto.
- Hasta pronto.

...

Farewell, de Pablo Neruda.
*foto de aquí

Perversus: Rosetti y Pizarnik

empalar. Espetar a alguien en un palo como se espeta un ave en el asador.

"
Expiro mis llamas,
quemándote viva,
mastico tus huesos
tragando cenizas,
empalo a Rosetti,
resucito a Pizarnik.
Y exhalo los versos
que escribió en vida"

*Recomiendo ver el vídeo en el que recita Alejandra Pizarnik. Cada día que pasa adoro más a esa mujer. Y no tengo nada en contra de Rosetti (que además la oí recitar en mis años universitarios) pero... le ha tocado.

Perversus: Darío y Salinas

eyacular.

1.Lanzar con rapidez y fuerza el contenido de un órgano, cavidad o depósito, en particular el semen del hombre o de los animales.

"Desnudo tu pelvis
y rajo tu sexo,
te parto la vida,
te mato a besos,
apuñalo a Darío,
eyaculo a Salinas.
Embarazo tus ojos
con mares de tiempo"

Perversus: Sabina y Montero

libar.
1. Chupar suavemente el jugo de una cosa.
2. Probar o gustar un licor.

"Saco mi lengua
y te escupo un tequiero,
araño tus pechos,
aplasto mi ego,
disparo a Sabina,
libo a Montero.
Orino en tu boca
torrentes de fuego."

-.-

Horas bajas... aquí

Perversus: Machado y Neruda

(No sé cómo catalogar Perversus, para mí es una gamberrada poética. Para vosotros... no sé, ya iréis opinando en los comentarios ¿no?. Van a ser nueve divagaciones, publicaré casi a diario. Aquí está la primera...)

entrañar.
1. Introducir en lo más hondo.
2. Contener, llevar dentro de sí.
3. Unirse, estrecharse íntimamente, de todo corazón, con alguien.

"Extiendo los brazos
y te como desnuda,
destripo tu vientre,
desgarro mi vida,
atizo a Machado,
entraño a Neruda.
Vomito mi alma
para que sea tuya"