―¿Qué te pasa? ―preguntó ella poniendo una mano sobre la suya.
―No... no lo sé ―dijo él soltando sobre el plato la taza de café.
―Desde que despertamos has estado muy callado, como si quisieras decirme algo.
Y le volvió a sonreír.
―Es... Es... todo esto ―comenzó él―. Estos días en esta casa, lejos de todo. Este desayuno en el jardín. Esta... esta paz, esta luz.
―Sí, es...
―Es como si hasta una lágrima pudiese atravesar una roca lunar.
―Sí ―sonrió.
―Dime que hay otra persona, dímelo, aunque no sea así.
―Pero... ¿por qué? ―preguntó extrañada.
―Porque sólo nos quedan un par de horas, porque me estoy enamorando de ti.
*foto de aquí.
6 Comentarios | Escribe el tuyo:
Me acaba de recorrer una lágrima al leer este diálogo. Tengo el día tonto, pero me encantó, como todo lo que escribes. Pero hoy especialmente has tocado mi fibra y he soltado una lágrima, como si una lágrima pudiese atravesar una roca lunar...
Sigue así.
Un beso.
Cris.
El silencio, la paz, soledad, el aire que se respira en momentos de tranquilidad del cual no estamos habituados la mente empieza recorrer laberintos oscuros que están en silencio debido al estrés diario que recorre los días del año la tienen ocupada.
Un saludo
El temor de enamorarse...cuando ya unas manos están entrelazadas no sirve para nada, adelante.
La música preciosa.
Un beso
Cuando los muros de contención se agrietan.
Un abrazo.
Sutil, tierno, dulce y evocador. Muy hermoso en definitiva. Echaba de menos visitarte.
Besotes.
Esos puntos suspensivos dan el acorde necesario para que las pausas de silencio llenen todo el momento!
Precioso momento quillo, ah y, tarde pero, FELICIDADES!! :)
Y esa Pepa oé!!
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