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... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.
-Piedra y la chica de ojos azules-
4 Comentarios | Escribe el tuyo:
Dicen que quien quiere...
Saludos
Precioso, majestuoso.
Un relato lleno de pasión.
Saludos.
No dejes que los unicornios te hagan daño... son malos :)
Besicos
Quedarán inutilizables con la arena...así que aprovechar el instante.
Besosss
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