Voy a seguir haciéndolo cada vez que me apetezca: contemplarte desde atrás. Como aquella vez que me crucé de brazos y me apoyé en la puerta de tu cocina mientras tú, de espaldas a mí, cortabas aquellos tomates sobre la encimera.
Entonces no pude soportarlo más, me acerqué en silencio y, poniendo mis labios sobre tu nuca, espiré mi aliento y te rodeé con mis manos hasta alcanzar tus pechos, los acaricié por encima de tu camiseta, los apreté con el ímpetu y la esperanza de haber encontrado el último refugio de este puñetero planeta... en esa parte de tu cuerpo. Tú echaste la cabeza hacia atrás, yo besé tu cuello, luego cerraste los ojos y te mordiste el labio inferior, en una de tus manos temblaba la hoja del cuchillo; en la otra sostenías un tomate, rajado, abierto. Dejaste caer todo en el fregadero y el jugo comenzó a resbalar por tus dedos. Te di la vuelta y tu boca quedó a milímetros de la mía. Entonces te subí a la encimera y, antes de comenzar mi festín, lamí de tus dedos la savia fresca.
Mi boca aún tiene sed. Tómalo como una amenaza, porque voy a seguir haciéndolo cada vez que me apetezca: contemplarte desde atrás. Porque te vicio, porque me vicias.
*foto de aquí
7 Comentarios | Escribe el tuyo:
Por detrás siempre es más divertido, por el efecto sorpresa, digo...
Besicos
Fui una de las que pidió un relato erótico.... y no me arrepiento de haberlo hecho.
¡Besos!
Tomates fritos ;)
Si no te gustan los tomates, bastaba con decirlo, ¿no? :)
Estimulante relato.
Muy buen relato erótico..
Diferente.
Saludos.
me acabo de tomar un café y después de este relato, creo que me voy a dar una ducha fria..:S
Excelente forma de enaltecer el sentimiento del deseo hacia el amor para otra persona...
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