
"Despersonalizar. Hasta tenía el pelo electrificado. Un autorretrato de..."
- ¿Qué haces, tío? Mírate, ahí de pie y escribiendo. Te vas a volver loco.
- ¿Samuel? - pregunté sorprendido.
- Amadeo me contó lo que pasó en aquel vagón... desde luego, el pobre fue a buscarte a Madrid e incluso se metió en el metro. Bueno... ya le conoces.
- Le pedí disculpas por haberle tenido olvidado tanto tiempo. Ahora me estoy dedicando de pleno a él.
- Lo he notado. He venido a darte las gracias en nuestro nombre.
- Es una prueba de amistad hacia Amadeo que te honra - dije.
- Eso también te lo debo a ti. Me creaste así.
- Samuel, siento haberte hecho sufrir cuando...
Sonreímos al unísono. Mientras fumaba sus pies se iban transformando en humo, luego sus piernas, sus hombros, sus brazos, sus cabellos, su rostro... en un humo diferente al que había visto nunca, liviano, pacífico, acuoso... y se iba escalinata abajo con el viento, como buscando rendijas y grietas por donde meterse. Al final sólo quedó una hermosa estela que había dejado el brillo de sus ojos. Duró un par de segundos y subió al cielo levitando.
*Personaje protagonista de la novela que escribo.
Más sobre Samuel y sobre mí... en el primer comentario.