Dicen que los viajes son como una pequeña puerta, abierta sólo durante unos días, a un lugar donde descubres un poco más de ti.
"Madrid, 2:30 a.m. Suena el despertador. El avión sale a las 5:45 a.m. Con suerte, y conociendo mi voracidad de lobo estepario, será la primera y única vez que desayune 3 veces en dos países diferentes. Efectivamente resulta así: desayuno 2:45 a.m. en Madrid, a las 6:15 a.m. a bordo del avión y a las 9:05 a.m. por una calle camino de la Torre Eiffel.
Cuido mucho mi afeitado, porque no quiero que también sea la primera vez que empiece a sangrar en un país y termine suturando en otro. Ya hicieron buenos afeitados en la plaza de la Concordia a partir de finales del S. XVIII. Vamos a dejarlo ahí...
París es una ciudad para escribir y disfrutar, para sentarse en las Tullerías, en Los Inválidos, en los Jardines de Luxemburgo o al borde del Sena y dejar pasar el tiempo. París aún huele a tinta húmeda en legajos antiguos, a Saber Ilustrado, al óleo fresco que chupaba Van Gogh de sus pinceles; es una ciudad aún perfumada por la estela de miles de trazos impresionistas y se respira a humedad secular enquistada en gárgolas de piedra; pero también a afán vanguardista mezclado con libros antiguos y de ocasión.
"Madrid, 2:30 a.m. Suena el despertador. El avión sale a las 5:45 a.m. Con suerte, y conociendo mi voracidad de lobo estepario, será la primera y única vez que desayune 3 veces en dos países diferentes. Efectivamente resulta así: desayuno 2:45 a.m. en Madrid, a las 6:15 a.m. a bordo del avión y a las 9:05 a.m. por una calle camino de la Torre Eiffel.
Cuido mucho mi afeitado, porque no quiero que también sea la primera vez que empiece a sangrar en un país y termine suturando en otro. Ya hicieron buenos afeitados en la plaza de la Concordia a partir de finales del S. XVIII. Vamos a dejarlo ahí...
París es una ciudad para escribir y disfrutar, para sentarse en las Tullerías, en Los Inválidos, en los Jardines de Luxemburgo o al borde del Sena y dejar pasar el tiempo. París aún huele a tinta húmeda en legajos antiguos, a Saber Ilustrado, al óleo fresco que chupaba Van Gogh de sus pinceles; es una ciudad aún perfumada por la estela de miles de trazos impresionistas y se respira a humedad secular enquistada en gárgolas de piedra; pero también a afán vanguardista mezclado con libros antiguos y de ocasión.
Paseé por las salas del Museo de Orsay, y me planté delante de este cuadro justo unas horas antes de que sufriera este fatídico acto de terrorismo.
Paseé por el Louvre y allí sentí una envidia infinita de mi escriba, entre muchas otras cosas... la emoción fue tal que sólo pude disparar mi cámara unas cuantas veces después de darle recuerdos de parte de una amiga que no pudo mirar en el interior de sus maravillosos ojos.
Que sigas ahí por siempre, amigo, y algún energúmeno no te quiera derrumbar... como al puente de Argenteuil del bueno de Claude"
En las imágenes: El escriba sentado procedente de Sakkara (V dinastía) y paletas egipcias para la escritura.
10 Comentarios | Escribe el tuyo:
Parafraseando la célebra cita, probablemente apócrifa, de Enrique IV de las Francias, París bien vale un afeitado.
Saludos
Estuve en París hace demasiado tiempo y siendo demasiado joven. Tengo que volver, pero sólo lo haré cuando domine suficiente francés para poder preguntar dónde está mi hotel si me pierdo; ya no tengo la valentía de los quince años.
Preciosas fotos. Me has dado un hambre con lo de los tres desayunos...
No he estado en Paris, y es una de mis asignaturas pendientes sin duda... Me han entrado ganas de verlo después de leer tu post ;)
Besossss
39escalones, Enrique IV se quedó corto, París bien vale más que un buen afeitado de esos, es una ciudad donde no me importaría morir, seguro que hasta ahí se muere con estilo y categoría :)
Ruth, no tendrás que aprender francés para moverte, jaja. Con un buen mapa (no el que te dan gratuito) ni siquiera tienes que preguntar :)
Belén, cuando vayas no te arrepentirás, los días se te harán cortos y desearás quedarte durante más tiempo.
Saludos
Pasaba a saludar.
Besos
Me ha gustado mucho tu post, es que una es una amante del arte egipcio, y me han encantado las fotos,muchas gracias por compartirlas con nosotros!!, le he echado una vista a tu blog y la verdad me gusta mucho en general, así que me lo adjudico a mi lista de blogs que yo leo, si te molesta o algo avisame ¡vale!!
Un abrazo amigo!
nosotras mismas, gracias por pasarte :) las historias de tu blog son muy... instructivas :)
Besos
iris, para nada me molesta que te adjudiques mi blog para leerlo o "linkarlo" si lo prefieres, puedes hacer con él lo que te plazca :D El arte egipcio es otro de mis favoritos, aunque al estudiar la materia me es muy difícil decidirme por alguna época en concreto ;) En el próximo post sobre París pondré más fotos. Te advierto que yo ya me he adjudicado SIN CAFEINA para leerlo de vez en cuando. Hay unas historias la mar de interesantes.
Besos.
La primera vez que fui a París, era octubre. Si París es precioso siempre, creo que en otoño lo es más. Sin duda.
me gustaría conocer París... tiene que ser tan precioso como cuentan... en fin, falta de tiempo y de euros a veces... snif snif... paciencia, tood llega.
camille, el otoño es mágico en París, te lo aseguro, la tonalidad dorada que le dan las hojas caídas (o a punto de caer) hacen de la ciudad un lugar más cómodo y acogedor.
anaccapote, yo también me he llevado años queriendo ir, hasta que encontré un huequecito de 3 días. Pero la verdad, si encuentras un hueco de 15 días mejor, lo que ocurre es que ese hueco de 15 días se haría mucho más grande en tu bolsillo ;D
Saludos
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