... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

Sus primeras palabras

 Érase una vez un niño a punto de pronunciar sus primeras palabras.

-Callad, callad -susurró el padre a los presentes.

-Silencio -pidió la madre-. Va a hablar. 

El niño separó los labios, levantó ligeramente el mentón y dijo con total claridad:

-Estoy muriéndome. 

Todos celebraron con regocijo esa gran verdad y supieron que el niño... sería escritor.

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