Ayer volví a soñar contigo. Y esta vez en mi sueño los coches podían volar. Así que, al amanecer, todos se montaban en ellos, arrancaban y éstos despegaban del suelo muy lentos, como si fuesen globos aerostáticos, y rápidamente se hicieron vías y carreteras imaginarias con trazados aéreos, tal y como aparecen en algunas películas de ciencia ficción. Y así circulaban todos, felices, unos tras otros. Y el cielo se llenó de vehículos, y el mundo se volvió desde ese momento... aún más loco.
Por la tarde me monté en mi coche para ir a verte, contuve la respiración, arranqué y comencé a conducir por la carretera. Mi coche resultó ser el único vehículo que aún circulaba sobre la superficie terrestre. Y el tramo de autovía de tres carriles por donde conduzco todos los días para ir a verte estaba desierto. Y yo sonreí mientras el sol comenzaba a hacerme daño, poniéndose de frente, sobre la línea del horizonte. Entonces fui aminorando nada más ver, al fondo, una pequeña figura en mitad de la autovía. Eras tú. Paré el motor a menos de cincuenta metros, me bajé del coche y caminé hacia ti. Y al anochecer hicimos el amor sobre el asfalto oscuro y caliente, mientras las luces de los coches circulaban, unas tras otras, varias decenas de metros por encima de nuestros cuerpos.
Y en mi sueño esto que he escrito fue nuestro primer encuentro, y desde el momento en que te tumbaste sobre la carretera y me besaste me volviste aún más como este mundo en que vivimos... aún más... loco.
*foto de aquí.
5 Comentarios | Escribe el tuyo:
bueno, con todo lo sucedido en el sueño, no me extraña que al final consiguieras volverte más loco. Yo, en tu lugar, hubiera hecho lo mismo.
Besos,
Qué alegría volver, es casi como estar en casa.
Uy que morbo sobre el asfalto ;)
jeje Besitos
Pues que sigas tan "loco"... Loco???
Abrazos.
hola tanto tiempo!!!!
bsss
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