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... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.
-Piedra y la chica de ojos azules-
Cuadernos: De Mi Puño
6 Comentarios | Escribe el tuyo:
Oh yeah!
(mola)
Me encanta esa dureza con la que pintas esa historia de amor fugaz.
Muy bueno.
Qué bien suena lo de "que estoy gilipollas" e "hija de puta", puestos en su sitio justo, tan natural oye, como lo que cualquiera dice muchas veces por dentro.
Muy bueno.
Besos
jajaja! buenísimo para variar! yo creo que a ella no le gustó tanto el polvo como a ti :)
La obsesión es lo peor que le puede pasar alguien por un mal polvo.
saludos.
Es que hay polvos que ni con Pronto de Jonshon se puede borrar su huella. jeje
Besitos
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