... Y la chica regresaba al bosque a oír historias, a veces nevaba, a veces llovía, y en aquellas tardes sus ojos se volvían de un gris tan claro que en ocasiones parecían blancos.

-Piedra y la chica de ojos azules-

11 de Marzo


 
(Casals - El Cant dels Ocells)


Hay fechas que se alejan en el tiempo, pero nunca en la memoria.

Siete años después...
Quedó atrás el miedo a coger los trenes de nuevo y confundir sus bufidos con el rugir de una bestia. Quedó atrás eso de mirar bajo los asientos y a las caras del resto de pasajeros, el contener la respiración y encoger el corazón mientras pensaba que todos íbamos a saltar por los aires cuando el tren paraba o sus puertas volvían a cerrarse.

Quedaron atrás las noches en que dormía con los ojos abiertos, o sentado en el borde de mi cama.

Quedaron atrás los meses de tratamiento, y esa primera frase de ella mientras me tendía la mano: "Hola, siéntate. Si quieres olvidar lo que ha pasado... me temo que eso no va a ser posible, lo único que puedo hacer por ti es hacerte ver que puedes vivir con ello".

Y eso se hace.

Quedaron atrás muchas cosas... pero el testimonio número 8 de esta página perdura junto a cientos, miles. Como el de aquella señora mayor que entró en mi vagón una semana después, temblando porque era la primera vez que volvía a montarse en un tren, y al sentarse a mi lado me cogió de la mano mientras me contaba que ella también estuvo en Atocha. 

Todavía siento el calor de su mano, y el de las velas encendidas calentando mi cara. Me recuerdan la promesa que me hice:
No olvidarles.

*foto de aquí.

17 Comentarios | Escribe el tuyo:

Alegría. 11/3/11, 8:54  

¡Qué bien lo has escrito, y mira que es difícil!
Un saludo; sigo por aquí.

Wen 11/3/11, 8:56  

Jo :( Yo ni me puedo imaginar qué debe ser pasar por una experiencia así.... sólo me alegro de que estés mejor no olvidando sino recordando. Un abrazo

Susana 11/3/11, 9:31  

Desde luego tuvo que ser duro. Lo que más recuerdo de ese día es que era día de escuela. Como cada mañana viajábamos las 4 en un coche desde Alcañiz hasta Nonaspe cuando oímos la noticia del atentado. Ese día trabajé con la radio puesta y entre cambio y cambio de clase retransmitía lo que hubiese de nuevo a las otras 4 clases.... Y siempre que podía llamaba a un amigo madrileño. Tarea inútil porque las líneas estaban saturadas y no pude contactar con él hasta pasados un par de días.

Es bueno recordar, pero siempre intentando que duela lo menos posible.

Un abrazo enorme, Ángel.

Emma Grandes 11/3/11, 9:33  

Te admiro. Eres valentía, corage, templanza. No debe de ser facil vivir con esta experiencia. No debe de ser facil escribir sobre el tema, aunque sea siete años después. Ojalá no estuviera contado en primera persona, pero siempre hay una primera persona. Besos.

Miguel Molina 11/3/11, 11:52  

Precioso homenaje. Siguen pasando los años pero aquella brutalidad sigue estando muy presente en nuestra memoria.

Un abrazo a todos los que se dejaron allí aquel día.

Saludos

Belén 11/3/11, 12:22  

Todos tenemos recuerdos de ese día... yo recuerdo el miedo intenso que se quedó en mis huesos al saber que estábamos totalmente indefensos...

Besicos, querido mío

Aniquiladora 11/3/11, 21:44  

Sé que cuesta de creer lo que te voy a decir, pero recuerdo ese día como si fuera hoy, y yo no estaba ahí, pero puedo asegurar que algo en mí murió. Trágicamente perdieron la vida muchos inocentes, pero los que sobrevivieron también perdieron; perdieron la esperanza, la fe y la confianza, y eso tampoco es vida. Yo creo que ese día, en mayor o menor medida, nos mataron a todos.

Besos.

Pugliesino 11/3/11, 23:23  

Llevo todo el día no sé, en un silencio, sin saber bien que, que o por qué.
Tus palabras que no han perdido un ápice del lugar, del tiempo por mas que pasen los años, y de otro lado las imágenes que llegan de Japón, y admiro a todos los que dignificásteis al ser humano ese día frente a la barbarie y cobardía, y me daba rabia que no fuera el terremoto sino la pobreza y corrupción humanas lo que matase miles de personas en Chile, en Haití, y qué decir de cuando esas muertes no las causa la naturaleza sino unos c.... con bombas. Y aquí diluvia hoy, y tengo ganas de salir y
y da rabia, y sois héroes, día a día, por vosotros si que merece la pena cada mañana comenzar de nuevo.

Un abrazo!

Trini Reina 12/3/11, 9:28  

Olvidarlos nunca, eso sería imposible, fué demasiado atroz para olvidarse de aquél terrible día.

Un abrazo

Paco Mira 12/3/11, 11:02  

Estas navidades en Madrid mientras esparabamos la hora del tren para volver de las vacaciones, pasemos por el monumento de las victimas del 11 M en Atocha les explicaba a mis hijos aquella gran masacre, hace 7 años era pequeños solo la mayor había oido lo del 11M, se me encogio el corazón mientras leía el nombre de las victimas, mientras mi hija solo hacia una pregunta. Porque. Me costaba explicar aquella sin razón que sigue sin estar clara.
Un abrazo a todas los familiares de las victimas, a todos quienes hoy aun sufren secuelas, que muchos españoles no los olvidamos, estamos con ello, que sepa por una vez TODA LA VERDAD.
Un saludo.

Indra 12/3/11, 15:45  

Un abrazo enorme y fuerte que refuerce nuestro recuerdo,no,no podemos olvidarles.
Un beso.

Sara 15/3/11, 10:49  

Es una de esas fechas que se te quedan grabadas. Todavía recuerdo perfectamente ese dia, segundo a segundo, la angustia, la impotencia, esa sensación de estar ante unos minutos que cambiarán todo... y los días sucesivos, descubrir quién había estado ahí, las consecuencias... no se me olvidará nunca y creo que jamás podré recordarlo sin sentir un escalofrío.

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) 15/3/11, 10:50  

Yo estaba lejos de aquella mi ciudad y mi gente cuando pude escuchar lo sucedido. Una persona, una importante tenía que viajar en aquel tren aquella mañana justo a esa hora, por causas del destino el despertador no sonó, llegó tarde a trabajar...no perdió la vida. Otros muchos sí.

Nunca se olvida, y aún hoy cuando me toca bajarme del AVE con destino a mi hogar familiar me recorre un escalofrío por dentro.

No deben ser olvidados.

Un beso.

Raúl 17/3/11, 9:40  

No he querido darle al play para escuchar al maestro Casals; el relato ya es de por sí sobrecogedor.

AdR 17/3/11, 11:29  

Disculpadme, pero no contestaré a cada comentario de esta entrada como suelo hacer habitualmente. No hay ninguna razón de peso. Ni, por supuesto, hay algo que me haya molestado. Todo lo contrario. Vuestras palabras siempre reconfortan.

Os doy las gracias por seguir aquí, por leerme y, sobre todo, por no olvidar.

Besos y abrazos

Juanjo Montoliu 17/3/11, 20:03  

No lo olvidaremos mientras vivamos.

Me ha gustado mucho el relato, Angel.

Anónimo 5/4/11, 11:09  

Saludos, Angel D. R. Después de leer el texto sólo tengo palabras grandes, y no sé manejarlas bien, así que te diré dos seguidas, sólo separadas por una coma: Admiración, Abrazo.